Cervantes, además de ser la figura emblemática de la lengua española, fue un héroe del siglo XVI.
En su biografía de Cervantes, de 1889, Astrana Marín decía: Cervantes, todo un hombre o, mas bien, un superhombre que vive y muere abrazado a la Humanidad.
Decía Ortega y Gasset: "La sustancia española está hecha, sobre todo, de esfuerzo, de coraje, de ímpetu", y afirma, "Sobre el fondo anchísimo de la Historia Universal, fuimos los españoles un ademán de coraje.
Cervantes, en diversas etapas de su vida, demostró su grandeza al no reconocer nunca sus derrotas. Lo dice en palabras de Don Quijote. "Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo imposible.
El autor del Quijote, no gozó de una educación privilegiada. Durante su infancia, tuvo que enfrentarse a una de las formas más persistentes de cautiverio, esto es, la pobreza. Cervantes, siente que vive en un mundo de engaños y corrupción. Para ganarse la vida, no tenia mucho donde elegir. Joven con espíritu aventurero, decidió "cambiar de aires" y buscar fortuna en el extranjero. Tenia veintiún años.
La vida de Cervantes contiene tres imágenes que son claves: El soldado de Lepanto. El cautivo de Argel. El autor del Quijote.
En la batalla de Lepanto, Cervantes dio muestras de valor, audacia, energía y autoridad. Su vida, puesta al servicio del rey y de su patria. Enfermo, fue destinado al mando de doce hombres en acción peligrosa y recibió tres heridas de arcabuz, dos en el pecho y una en la mano izquierda. La mano le quedo de por vida, estropeada.
Durante su cautiverio en Argel, Cervantes dirigió las cuatro operaciones de evasión con arrojo y valentía. Todos sus compañeros de cautiverio lo siguieron en sus intentos de evasión. Le consideraban líder absoluto. En resistencia ante los castigos, igualó al más fuerte.
El autor del Quijote, las extraordinarias experiencias en su juventud, influyeron en su obra literaria. Su vida, fue un éxito a largo plazo. Durante muchas etapas de su vida, con problemas de diversa índole, deudas, prisión etc.. Sus peticiones al rey rechazadas, siguió aferrándose siempre que podía a una ineludible vocación por escribir. Debemos el Quijote, a que su autor fue un hombre de una tenacidad y un optimismo extraordinarios. En situaciones límite, no parece nunca sentir temor ni angustia. Sus obras nunca contienen amargura. Sin amargura, nunca se reveló al quedar con las manos vacías. Su cerebro equilibrado junto a su imaginación disciplinada facilitaron sus trabajos.
Cervantes fue un ser humano al que no le preocupó su vida. Siempre pareció querer escapar de la celebridad. Volvía a menudo al anonimato relativo. Parecía, que solo aspiraba a acariciar un sistema de vida sencillo.
Le preocupó la humanidad
Queralt Blanch